martes, 29 de julio de 2014

Historia de los Villancicos

INTRODUCCIÓN:

Cada año, al llegar las fechas navideñas resurge un tipo de música que recibe el nombre de “villancico”. Sin embargo, pocas son las personas que conocen el origen de estas melodías.


ORIGEN:

El villancico es “la canción de la villa”, o “canción campesina” y en sus orígenes sirvió para relatar la vida cotidiana de los pueblos. Me gustaría hacer aquí un especial énfasis, y dejar claro que el villancico no tiene un origen exclusivamente religioso sino que servía para relatar cualquier historia que sucedía en un pueblo, en una ciudad, en una comunidad, etc. Y que luego fue evolucionando para relatar solamente el nacimiento de Dios. La denominación de “villancico” apareció aproximadamente en el siglo XIII  refiriéndose a una canción en lengua vulgar que se apoyaba en las formas estróficas responsoriales como el zéjel o estribote árabes, el virelai, y la batalla italianos, o las cantigas paralelísticas. Posteriormente estas composiciones evolucionaron en canciones rústicas de estructura poética más bien sencilla cantadas por campesinos o aldeanos en sus fiestas.


EVOLUCIÓN:

Las primeras fuentes documentales en las que aparece la palabra “villancico” son el Cancionero de Stúñiga (ca. 1458) y el  Chanssonier d’Herberay (ca. 1463), más posteriores son el Cancionero de la Colombina y el Cancionero musical de Palacio. Juan del Encina a finales del siglo XV fue el autor más representativo de este género, en sus composiciones utilizaba el tiempo binario y para aquellas obras que tenían una temática popular el ternario. El villancico en esta época ya consistía en una forma musical y poética que alternaba coplas con estribillo.
Algunas de las melodías europeas de los villancicos formaron parte de los misterios y representaciones teatrales medievales del Ciclo de Navidad. Al prohibirse éstas en los templos, quedaron como cantos sueltos que se ejecutaban con motivo de la Navidad. Pronto los villancicos se trasladarían del pueblo a la Corte, convirtiéndose en los siglos XV y XVI —junto con el romance—, en las composiciones poético-musicales profanas más interpretadas. 
Hacia el siglo XVI debido a que las autoridades eclesiásticas empiezan a considerar la conveniencia de introducir en la liturgia composiciones en castellano como una forma de acercar al pueblo a los misterios de la Fe católica, el villancico poco a poco va cambiando su temática sobre el amor cortés u otros temas para ir centrándose en temas de tipo religioso. De esta manera en los albores del siglo XVII se empieza a utilizar en los responsorios de maitines de las principales fiestas litúrgicas como la Navidad, Hábeas Christi, Asunción, santos locales, Epifanía, Trinidad, etc.
El villancico más antiguo de temática navideña del que se tienen reseñas es el titulado “Puer Natus Est” aunque hay otras fuentes que aseguran que el primer villancico fue el titulado “Iesus Refulsit Omnium” (Jesús, luz de todas las naciones) data del siglo IV.
Con el paso del tiempo la estructura musical del villancico va tomando más envergadura, El villancico del siglo XVI que solamente va a una voz ya comienza a acompañarse con instrumentos como la vihuela y posteriormente con guitarra. Ya en el siglo XVII tiene una gran complejidad técnica y formal aumentándose el número de voces incluso hasta ocho distribuidas en dos coros dispuestos en diferentes lugares de la catedral y acompañados con instrumentos como el arpa, el violón y el órgano. Los villancicos de este siglo nos han llegado en manuscritos de borrador y en hojas sueltas para cada voz dejando de lado la escritura de facistol para este tipo de género.
El siglo XVIII está marcado por la gran influencia que ejerció Italia en cuanto a música se refiere y no sólo nos estamos refiriendo a la ópera o a la zarzuela sino también al villancico. Influencias italianizantes en el villancico fueron el estilo recitativo, las arias da capo y el estilo compositivo de la ópera seria italiana que provocaron un aumento en la plantilla de las orquestas de las capillas de música catedralicias, una mayor exigencia a la hora de interpretar dichas composiciones junto con una desmedida inversión musical de los centros catedralicios que no rentabilizaban sus resultados prácticos. Los villancicos seguirán teniendo las características populares del siglo anterior que se irán fundiendo con las características musicales de este siglo, situación que provocó que los villancicos se utilizasen en contextos litúrgicos pero esta vez con fines didácticos. Poco a poco se van introduciendo elementos teatrales en las iglesias buscando provocar en el pueblo afectos muy diferentes a la contemplación divina que se conseguía con el viejo estilo polifónico. Compositores importantes de este periodo han sido el padre Antonio Soler, Antonio de Literes y José de Torres. Estas influencias italianizantes provocaron que el villancico fuera definitivamente proscrito de la liturgia a finales de este siglo XVIII, de tal manera que en el siglo XIX los villancicos habían desaparecido de la liturgia siendo sustituidos por los tradicionales responsorios gregorianos. Así todo el patrimonio de villancicos quedó en el mejor de los casos almacenado en los archivos catedralicios, gran parte del cual aún está por publicar.
Desde finales del siglo XIX el nombre de “villancicos” ha quedado exclusivamente para denominar a los cantos populares que aluden al misterio de la Navidad y que tienen sus orígenes en distintas culturas y nacionalidades y que se cantan con el acompañamiento de instrumentos musicales populares.


EN LA ACTUALIDAD:

El villancico más conocido es "Noche de paz". Su título original es "Stille nacht, heilige yach" y fue escrito, podría decirse "accidentalmente" por el sacerdote austriaco Joseph Mohr quien al ver que se había malogrado el órgano de su parroquia, la capilla de San Nicolás, ubicada en la pequeña población de Oberndorf, decidió escribir un canto que pudiera interpretarse con guitarra en la misa de gallo. Fue así como la navidad de 1818 se cantó por primera vez "Noche de Paz", actualmente traducido a 330 idiomas.
Otro de los cantos más conocidos en los países de habla inglesa es "Joy to the World" escrito por Isaac Wats, inspirado en el salmo 98 ("Cantad al Señor un cántico nuevo porque ha hecho maravillas") y cuya música se le atribuye a Federico Hendel, debido a que las partituras coinciden en varias partes del canto con su célebre obra "El Mesías".
El villancico que estamos acostumbrados a oír tiene una estructura melódica y armónica sencilla y normalmente suele estar interpretado en las voces por coros de niños / as, suelen tener melodías facilonas y poco elaboradas armónicamente. Actualmente el uso del villancico está ligado al fomento del consumismo típico de las fechas navideñas, prueba de ello es que la publicidad utiliza la música de los villancicos a finales del mes de noviembre, con lo cual se amplía el periodo navideño de forma considerable con el objeto de fomentar aún más el consumo en estas fechas.
Estas breves consideraciones sobre el origen y desarrollo del villancico en el pasado, pueden ayudarnos a comprender la celebración en el presente de las fiestas de Navidad.


                     Sobradiel y sus villancicos

Aprovechando este trabajo sobre los villancicos creo que no sería justo no hacer una mención especial a la localidad de Sobradiel, ya no por ser mi pueblo, sino por haber mantenido a día de hoy sus villancicos como una de las tradiciones más arraigadas.


Como ya escribí en la web del ayuntamiento, no se sabe con certeza cómo y cuándo vinieron estos cinco villancicos a Sobradiel, lo que sí sabemos es que de eso hace más de 120 años, y se han ido transmitiendo de generación en generación hasta nuestros días, tampoco sabemos nada sobre su procedencia aunque hemos encontrado alguna similitud de alguno de ellos tanto en las letras como en la música en algunos pueblos de Aragón, sobretodo en la zona del pirineo. En Sobradiel, estos villancicos siempre se han interpretado con coro de voces y rondalla (guitarras, bandurrias, laúdes, pandereta...) en las misas de Navidad (Misa de gallo, Navidad, Año Nuevo y Reyes).




                                              Foto de uno de los ensayos


Últimamente y en nuestro afán por mantener las tradiciones de nuestro pueblo hemos hecho una grabación con los cinco villancicos para asegurar así su continuidad en esta sociedad tan cambiante y tan convulsa que nos toca vivir.  (En breve publicaré la grabación) 



                                        Jesús Bombón Ruiz, Sobradiel (Zaragoza) 2014.  

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